domingo, 16 de octubre de 2011

Marc Márquez o cómo remontar 36 posiciones en 22 vueltas


Cuando, en el 2008, vi a un niño de 15 años y apenas 1’50 a unos centímetros de mí, si haberle visto jamás encima de una moto, dije “Este niño va a ser Campeón del Mundo”. El año pasado me demostró que no me equivocaba coronándose, un 10 de Octubre, en Malasia. Lo que, ni por asomo, imaginaba entonces era la grandeza (tal vez esa no sea la palabra, quizá se le quede demasiado pequeña) que tenía y tiene ese chaval que hoy, a sus dieciocho años, ha vuelto a batir un record y a inscribir su nombre con mayúsculas de oro en los libros del motociclismo.
El viernes tuvo la mala fortuna de caerse en mitad de uno de los libres. Salió a pista, de nuevo, cuando quedaba un minuto para la bandera ajedrezada y quiso aprovechar esa vuelta al máximo. La bandera cayó y se encontró con Wilairot parado en medio de una curva ciega. La mala suerte y la velocidad que llevaba Marc hicieron que no pudiera esquivarle y lo embistiera llevándose al malayo al suelo consigo. Lo que para Marc sólo fueron unos pequeños cortes y algunas magulladuras, para Ratthapark fue una hospitalización (sin nada grave, por suerte) y la obligación de perderse, quizá, lo que resta de campeonato. La “conducción temeraria” le costó a Márquez una sanción de 1 minuto sobre el tiempo que hiciera en el clasificatorio lo que, a todas luces, le relegaría a la última posición de la parrilla. No voy a entrar en si me parece justa, injusta, exagerada o correcta, no es el tema y, en ese punto, cada cual puede opinar lo que quiera. La cuestión es que le sancionaron y, como era previsible, Marc salía 38º en la carrera de hoy.
No sé si éramos pocos o muchos los que confiábamos y creíamos en un podio de Marc. En el fondo sabía que, quizá, era pedirle demasiado al pequeño genio de la moto número 93, pero ¿cómo no confiar en él viendo la carrera que se marcó a cinco vueltas en el Gran Premio de Portugal del pasado año? ¿Cómo no hacerlo viendo como, carrera a carrera, le ha recortado puntos a Bradl hasta situarse líder la semana pasada? Algunos decían que sí, que la carrera de Estoril 2010 fue una genialidad, algo digno de un maestro de las dos ruedas, pero que eran “sólo” dieciséis pilotos y, el día de hoy, tendría a otros 37 por delante.
Confieso haber visto la salida al más puro estilo Julià Márquez: con los dedos tan cruzados que parecía que podían romperse de un momento a otro, evitando morderme las uñas sólo por la dentera que me da, porque los nervios… ¡más nos valdría a todos los seguidores de este joven tener en casa y bien a mano un desfibrilador! Al primer paso por meta, Marc había ganado 22 posiciones. No sin sustos ni sin esfuerzo ha ido adelantando uno a uno a los pilotos que se iba encontrando a su paso hasta alcanzar a Corti, que ocupaba, en ese momento, la tercera plaza.
Algunos bromeaban ayer con pedir para Marc una sirena y una luz tipo ambulancia para avisar a sus rivales de su llegada y, de alguna manera, “pedirles paso”. Y así iba Marc, abriéndose paso en un slalom interminable como interminables parecían las vueltas que restaban para que finalizara la carrera. Ha tenido que vérselas con Corti, ha intentado la estrategia de meter entre él y el italiano a un doblado, por aquello de quitarse, supongo, algo de presión, pero no le ha salido bien y ha tenido que seguir luchando hasta la meta, que ha cruzado tercero dándonos la razón a quienes confiábamos en su remontada y su podio. Ha sido, al menos para nosotros, un pequeño gran triunfo engrandecido, además, por el adelantamiento de DeÁngelis a Bradl, robándole la victoria y ayudándonos a que, al menos, no nos recortara tantos puntos. No puedo imaginarme qué estaría pasando por la cabeza de Stefan cuando, vuelta tras vuelta, le mostraban en la pizarra que, su rival directo por el campeonato, cada vez estaba más cerca.
En el parque cerrado, Marc ha comentado que ayer hablaba con su equipo de entrar en los puntos, “entre 15º y el 10º” con cara de que el tercer escalón del podio, que aún no había conocido este año, le sabía a poco. Emilio, con su habitual, “parsimonia” (por llamarlo de alguna manera) decía algo así como que Marc es un genio, un fuera de serie. Y, la verdad, es que con él se rompió el molde. Dice Mela Chercoles en su cuenta de Twitter que Marc tiene lo mejor de Lorenzo, Pedrosa y hasta Rossi y no son pocos los que elogian su gesta de hoy con un “sanciónenle, que les callará la boca y les dará en los morros con su maestría”. Y es que, señoras y señores, Marc está haciendo historia y será un gran piloto durante muchos años para convertirse en LEYENDA, una leyenda que se está escribiendo a golpe de gas.


Imágen: crash.net

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